Sin proponérmelo, ahora que el trabajo mengua y estoy a las puertas de mis vacaciones, me dedique a tres proyectos creativos que tienen que ver con las mujeres mayores de mi familia. A una, María, aún puedo abrazarla. Las otras dos: Elsita y María "abuela mayor" como la llamábamos, me siguen acompañando en formas mas elevadas y sutiles...
Para mi el reciclar objetos va mucho mas allá de una moda, de la nostalgia o incluso de la sustentabilidad misma (Así lo describí en este post: Filosofía del reciclado)
Luego de haber realizado varios talleres en Aires de Bohemia (un espacio maravillosamente inspirador!!) pude encarar estos proyectos con mas conocimientos...
(Ya que tengo perdida una memoria con fotos me quedo con ganas de mostrar el "antes y después")
Esta repisa debe tener mas de 50 años y la tenía mi abuela Elsa en su cocina. Era de una madera muy oscura. La lijé, pinté con esmalte al agua blanco y la protegí y di un aspecto envejecido a con cera con entonador marrón. También con ayuda, le cambiamos los ganchos y agregamos otros para colgar objetos. Terminó convertida en un rincón de té para tener las cosas mas a mano y mas lindas también.
La tabla de lavar de mi abuela materna, la nona, estuvo años esperando el turno para ser renovada. Le tenía tanto respeto que no quería transformarla demasiado y quería pensar bien que iba a hacer con ella. Solo limpié su superficie y con una pátina muy simple blanca, que deje ver la madera y sus desgastes, acentué su forma original y le sumé un diseño sutil que no interfiera demasiado con la pieza ni en su motivo ni su color. Quería incluir una palabra y "Soltá" se me "venía una y otra vez. Además armonizaba con esa suerte de "panaderos" fantasiosos que le pinté. De nuevo se agregaron ganchos. La tengo junto a la pileta de lavar.
Me encantó descubrir la marca que se reveló cuando le hice la patina...
Me gusta pensar que estos objetos asociados a las labores cotidianas tan llenas de amor y de servicio, así como también a cansancios y dolores, cocinando, cosiendo, lavando... hoy pueden ser "revitalizados" y al pintarlos, desempolvarlos, resiginificarlos pueden llevar a esas mujeres un aire nuevo, un color de consuelo, un mimo anacrónico, viajando y subvirtiendo el tiempo cronológico...
Y siento que las tres sonríen...
¿Y ustedes?. ¿Tienen algún objeto renovado que sea querido?
Esta entrada participa de la fiesta "Best for Last: especial fin de año"
A visitar a las otras participantes!!
Silvina, hacía tiempo que no pasaba por acá, he quedado encantada con tus últimos trabajos, a mi también me gusta restaurar viejos objetos, estoy trabajando en un maniquí que pronto verán en mi blog, un abrazo desde Chile, feliz 2016!
ResponderEliminarQue hermoso!! hace rato que tengo ganas de conseguir un maniquí y restaurarlo!. Ansío verlo!! saludos transandinos!!!
Eliminarque buena tabla para lavar la ropa! Lindisimos todos esos tesoros y su nueva vida. Yo lucho contra la cultura de "tirar total vamos y compramos otro" que tanto gusta por estos lares donde vivo. se intenta y se inventa... nada mas saludable para la creatividad.
ResponderEliminarDejo los mejores deseos para el año que viene. Y nos seguimos leyendo!
Feliz año!
Espero que pases una gran noche de fin de año y que 2016 venga repleto de salud e ilusiones para ti y los tuyos
ResponderEliminar⊱•════•⊰♥⊱•FELIZ AÑO•⊰♥⊱•════•⊰
Que lindo Silvi!!
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