Ya he escrito (aqui) cómo en esta etapa d.F (después de Fran) el hacer cursos y talleres se ha vuelto casi la única posibilidad de conectarme plenamente con mi ser creativo. (Como si combinar casa-trabajo-pareja-maternidad no requiriera una elevada cuota de creatividad...)
Ya el solo hecho de cambiar de espacio físico nos pone en otra sintonía. Aún cuando tuviese un tiempo en casa, nunca deja de estar el teléfono, el lavarropas andando "mientras que", o esa telaraña que, aunque decidida a no combatirla en el momento, es un recordatoirio de lo que hay que hacer después.
Y ni que hablar del aprendizaje en si mismo que un taller nos brinda y de conectar con otros que estan en "vibraciones" similares... .
Aquí les comparto un taller que me había quedado en el tintero en el ya citado "Aires de Bohemia", un espacio que derrocha inspiración y creatividad desde que se cruza la puerta, con excelentes profes y la super buena onda de Virginia, su alma mater.
Taller de lamparas de alambre...
Directo a mi "atelier", a iluminar, en mas de un sentido...
Y aquí el último taller (luego de tener la memoria con las fotos extraviada por un tiempo, finalmente llega el post...): "Técnicas de reciclado"
Caigo en la tentación de auto- citarme de aquel post de "Animus -creativum I" " No hace falta esculpir al David para sentirse en estado creativo. Las citas con el artista bien pueden ser amasar un pan o sembrar perejil. El secreto es la conexión que se tenga con lo que hagamos.
Cada vez creo mas en qué la creatividad no es medible (y aquí bien podría ir un punto) por lo que se crea. Sino que es un estado del alma: animus creativum. Es sentirse elevada, expandida, los sentidos abiertos, la mente en un dulce equilibrio de ensoñada-despabilada."
¿En qué proyectos creativos andan?